"Y mañana, todo será más fácil".
Siempre hay un antes y un después. Algún que otro revés que nos da la vida y que nos empeñamos en hacer duradero por puro egoísmo. Pero un sentimiento mutuo, compartido quizás desde la niñez nos permite recapacitar y retomar algo que nunca debió dejarse aparcado.
Aparcado, incluso olvidado, quise dejar un sentimiento. Un sentimiento que está llegando a ser más grande que yo misma; más importante que cualquier otro que haya podido vivir. Necesito sentirme así, no quiero que esto desaparezca; y, hoy en día, no me pregunto "¿y mañana qué?" Y si lo hago me respondo a mí misma: "Mañana, más y mejor", porque mañana, hoy, cualquier día, merece que las cosas sean tan fáciles como nosotros queramos hacerlas.
Luciérnaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario