"Yo soy como la luciérnaga que necesita la noche para brillar y vivir", Juan Carlos Aragón Becerra

miércoles, 2 de octubre de 2013

Gaviotas, puños, rosas

Escuchamos hasta la saciedad, aquello de que vivimos tiempos difíciles. No dejan de apabullarnos con, la tan trillada, palabra "crisis". La cosa está muy mal, dicen por la calle.
Y es cierto, pero crisis abarca mucho más de lo que nos hacen creer y de lo que estamos dispuestos a reconocer. La notable decadencia de la economía mundial ha conseguido influir en aspectos fundamentales para que la sociedad funcione.

Por una parte, no dejamos de ver al maridito de una infanta escabullirse, de una forma u otra, de lo que llamamos incongruentemente justicia. Para colmo, la mejestuosidad del suegro de este, decide apoyar a capa y espada -como si de una comedia del Siglo de Oro se tratase- la sanidad pública de nuestro bendito país. Desde otra perspectiva, mucho más optimista para tanto mangante como hay suelto, podemos comprobar que nuestro sistema penitenciario es todo un lujo para aquel que ha robado a manos llenas; robos que, por otra parte, no habrá llevado a cabo solo.

La crisis consigue, sin demasiado esfuerzo, que a nivel regional la cosa tampoco vaya bien del todo. Si Andalucía cuenta con una nueva heredera, es porque quien ha abdicado necesita del anonimato. Y mientras ellos hacen públicas sus declaraciones de la renta, otros muchos tenemos poco o nada que declarar. Y, por si fuera poco, los dirigentes de pequeñas localidades deciden hacer frente a la situación decadente que vivimos repartiendo oportunidades para "todos y todas". Protestan contra la reforma educativa, ya que con ella pocos jóvenes podrán estudiar; y digo yo, estudiar, ¿para qué? Todos los que no lo han hecho hasta ahora acceden, temporalmente o no, a puestos de trabajo que requieren de una formación que no poseen.

¿Haremos algún día declaración de la renta los que sí hemos dedicado y dedicamos tiempo a formarnos, o seguirán chupando del bote los herededros de gaviotas, puños y rosas?



Luciérnaga

1 comentario:

  1. Estudiar para entretenernos. Lleva sus años hacer una carrera para que tus estudios no estén completos sin un máster. Y acabar el máster para necesitar unas oposiciones. Y no acabar nada si no tienes un título específico que demuestre que tienes cierto nivel de un segundo idioma.
    Tiempo que pasamos pastando sin protestar porque no tenemos tiempo.
    Tiempo que se nos va pensando que lo estamos aprovechando.
    Y desde arriba se parten de risa.
    Y seremos, seguro que te suena esta frase (en singular): "Muy viejos para el trabajo, muy jóvenes pa jubilarnos."
    Eva

    ResponderEliminar